La opinión de los ex alumnos del GNLI – 10a parte

GNLI
3 Diciembre 2020
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“El programa GNLI eleva a las enfermeras a una posición de influencia en el panorama político: es ahí donde el mundo necesita que estemos.”

 

Lill Sverresdatter Larsen es enfermera especializada en investigación sobre la calidad de la enfermería y la atención de salud. Posee un doctorado gracias a sus estudios sobre las barreras a la colaboración entre las enfermeras y los familiares de personas con demencia.

En noviembre de 2019 comenzó un mandato de cuatro años como Presidenta de la Asociación de Enfermeras de Noruega, que representa a las 120 000 enfermeras del país. En la actualidad, está escribiendo un libro sobre la labor de las enfermeras.

Participó en el Global Nursing Leadership Institute del CIE en 2019.

“Noruega ha enviado una serie de enfermeras al programa GNLI, que yo conozco personalmente en su mayoría y me animaron a presentar mi solicitud. El aspecto de desarrollo personal del programa me llamaba la atención pero también me sentía atraída por las oportunidades de trabajar en red con un grupo de enfermeras experimentadas, entusiastas y entendidas.

Me interesaba la noción de que las enfermeras actúan localmente y desde una perspectiva nacional pero que también deben tener en mente una visión global de la enfermería, lo cual cada vez es más importante y yo ya estaba concienciada al respecto en mi carrera como investigadora.

Por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización Mundial de la Salud son cada vez más importantes para los políticos pero también para la enfermería. Las enfermeras toman miles de millones de decisiones cada día en Noruega y en todo el mundo. Podemos adoptar buenas decisiones para nosotras mismas como personas pero tomarlas también tanto para los pacientes como para sus familiares y los sistemas de salud en los que trabajamos en todo el mundo. Sin embargo, hemos de permanecer unidas y el GNLI es una oportunidad increíble para que las enfermeras de todo el mundo trabajen en red.

Este programa supone una pesada carga de trabajo tanto antes del taller residencial de una semana de duración que se celebra en Ginebra como durante la semana en sí. Yo por aquel entonces sentí que no tenía suficiente tiempo para reflexionar sobre lo que habíamos aprendido y procesar toda la experiencia. Y como el inglés no es mi lengua materna, era todo más difícil puesto que en esa situación necesitas tiempo para reflexionar en tu propia lengua.

Dicho esto, también fue una experiencia verdaderamente alentadora y lo que aprendí en el GNLI lo he utilizado mucho más de lo que esperaba. Fue agotador por la gran cantidad de información que había que procesar, y no terminaba de entender para qué iba a utilizarla. Sin embargo, he aprovechado lo que aprendí, tanto los planteamientos teóricos como las consultas conjuntas con la red y el entrenamiento personal que Jane Salvage y Diana Mason me brindaron.

Lo más útil fue integrar y fusionar la enfermería en lenguaje y objetivos políticos. Mi experiencia en el GNLI encaja perfectamente con mi nuevo puesto como Presidenta de la Asociación de Enfermeras de Noruega porque mi función consiste en llevar a la profesión a los escalones más altos de la política y el poder donde se toman las decisiones más importantes que afectan a la enfermería.

Tras la semana residencial, tienes que realizar un proyecto y a mí me costó encontrar un tema adecuado. Algunos de mis colegas en el GNLI venían de países con verdaderos problemas para disponer de los cuidados fundamentales de enfermería pero en Noruega somos algo privilegiados así que al principio me resultó difícil encontrar un tema.

Me di cuenta de que tenemos 120 000 enfermeras y necesitamos que cada una de ellas sea capaz de explicar la diferencia que marcan no solo para los pacientes y sus familiares sino para todo el sistema de salud, para el crecimiento económico de Noruega y para la sociedad en la que viven.

Por eso necesitamos que las enfermeras sean capaces de efectuar una argumentación clara que describa de forma sucinta la enfermería en pocas frases y comunique su labor y la diferencia que supone para el sistema de salud y la sociedad.

Mi participación en el programa GNLI me ha permitido estructurar mejor mi forma de afrontar los planes estratégicos. Es curioso porque en realidad me ha confirmado lo que todas las enfermeras aprendemos antes de graduarnos, es decir, el proceso de enfermería de analizar un problema, diseñar un plan, aplicar la enfermería y evaluar lo que has logrado antes de realizar nuevos planes. Y en la investigación el proceso es el mismo.

El otro aspecto importante era cómo comunicar con los demás asegurándome de que no solo estoy trasladando mi mensaje sino que también estoy teniendo en cuenta la perspectiva de la otra persona, lo que quiere escuchar, lo que puede relacionar. Evidentemente, cuando hablas con los políticos tienes que reconocer su punto de vista puesto que así el mensaje de enfermería es mucho más poderoso y aumentan las probabilidades de que se escuche, con el consiguiente potencial de incrementar nuestro nivel de influencia.

Si no hubiera asistido al programa GNLI no estoy segura de que me hubieran elegido Presidenta de la Asociación de Enfermeras de Noruega. Soy enfermera, poseo un máster y un doctorado, de manera que tengo muchos conocimientos, pero el GNLI me ha ayudado a estructurar todo lo que sé, adaptarlo a diferentes públicos y a decir lo que tengo que decir de forma mucho más precisa y estructurada.

Yo recomendaría el programa GNLI a las enfermeras de diferentes ámbitos del sistema de salud – mundo académico, hospitales, comunidades – porque podemos aprender mucho los unos de los otros. No tienen por qué ser enfermeras que ya desempeñan funciones políticas porque el programa te ayuda a decidir cómo enfocar tus objetivos y a comprender el sistema político.

Ahora estoy aplicando la perspectiva global a la mayoría de mi trabajo. Hagamos lo que hagamos no solo afecta a un hospital en particular. Tenemos que hablar y actuar desde una perspectiva local inspirada por una perspectiva global y viceversa. Es un nuevo concepto que estoy oyendo, y que otras personas están comenzando a adoptar. Hay que pensar globalmente.

El programa GNLI ha contribuido a impulsarme al puesto que ocupo en la actualidad pero también está elevando a las enfermeras a una posición influyente en el panorama político: es ahí donde el mundo necesita que estemos.”