El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) lleva la voz de la enfermería a la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU 80) que se celebra esta semana en Nueva York. El CIE aboga por la adopción de medidas urgentes para hacer frente a la escasez y reforzar el personal de enfermería y de salud en todo el mundo, como única forma de alcanzar los principales objetivos de salud de las Naciones Unidas, entre los que se incluyen metas cruciales para reducir las enfermedades no transmisibles (ENT).
Como destacó el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en sus observaciones introductorias, la AGNU 80 se celebra en un momento de profundización de las crisis mundiales y los retos sanitarios, entre los que se incluyen el aumento de los conflictos y las tensiones geopolíticas, el agravamiento de la crisis climática y el aumento de las desigualdades. La AGNU de este año también debe responder a las presiones financieras y a la reestructuración de las instituciones sanitarias multilaterales y mundiales, incluida la Organización mundial de la salud (OMS).
La delegación del CIE, encabezada por su director general, Howard Catton, se asegurará de que los 30 millones de profesionales de enfermería del mundo sean escuchados en este foro de toma de decisiones tan importante. La delegación asistirá a importantes reuniones, como la reunión de alto nivel sobre enfermedades no transmisibles (ENT) del jueves 25 de septiembre, y organizará y presentará eventos paralelos, en los que transmitirá mensajes contundentes sobre lo que se necesita para que el personal de enfermería pueda hacer frente a todos estos retos.
Los mensajes fundamentales del CIE en la AGNU de este año incluyen:
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El director general del CIE, Howard Catton, señaló:
«El CIE transmite un mensaje claro a la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas: si no se toman medidas inmediatas para reforzar el personal de enfermería, corremos el riesgo de no alcanzar ninguno de los principales objetivos sanitarios que nos hemos marcado, incluido el aumento de las enfermedades crónicas. Ya estamos muy lejos de alcanzar la gran mayoría de los ODS, y el Foro de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre los ODS celebrado en julio se comprometió a abordar la escasez mundial de trabajadores de la salud, incluida la inversión en la retención y las condiciones de trabajo, como algo absolutamente vital para alcanzar nuestros objetivos globales.
El personal de enfermería debe trabajar como nunca antes para que los líderes cumplan estas declaraciones y garantizar que el Foro de Alto Nivel de la AGNU sobre Enfermedades No Transmisibles reconozca a los profesionales de la salud regulados como la clave para prevenir y responder a las ENT y otros retos de salud física y de salud mental, y se comprometa firmemente a apoyarlos. Aunque recibimos con satisfacción el nuevo informe publicado por la OMS antes de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que se defiende con firmeza la inversión en la lucha contra las enfermedades no transmisibles, hubo una omisión flagrante al no reconocer que el personal de enfermería y de la salud son fundamentales para lograr un cambio significativo. La Asamblea General de las Naciones Unidas debe garantizar que todos los gobiernos se comprometan a abordar la escasez y las desigualdades en el personal de enfermería.
Esto debe incluir abordar la cruda realidad de la migración desigual de personal de enfermería. El nuevo informe EURO de la OMS publicado la semana pasada reveló la magnitud de los problemas a los que nos enfrentamos, ya que varios países ricos, entre ellos Alemania, Irlanda y el Reino Unido, dependen cada vez más de personal de enfermería formado en países de bajos ingresos. Los ahorros que obtienen los países más ricos gracias a la contratación internacional deben reconocerse y abordarse mediante mecanismos de compensación justos.
Para un país como el Reino Unido, con un 23 % o aproximadamente 180 000 profesionales de enfermería formados en el extranjero, eso podría suponer un ahorro de 9000 millones de libras esterlinas que habrían gastado si hubieran formado a ese personal de enfermería en el país. Una migración verdaderamente ética debe compensar proporcionalmente a los países de origen de bajos ingresos por la pérdida de su personal de enfermería.
Invertir en una fuerza de trabajo de enfermería justa, equitativa, suficiente y bien respaldada en todos los países del mundo debe ser la base de cualquier estrategia para abordar las enfermedades no transmisibles y cualquier otro reto sanitario.
El sábado 27 de septiembre, el CIE organizará un importante evento paralelo, «Configurar la política de la salud mundial a través del liderazgo de la enfermería», junto con la Facultad de Enfermería Rory Meyers de la Universidad de Nueva York, que reunirá a enfermeras jefe, asociaciones nacionales de enfermería y organizaciones internacionales de enfermería para promover el papel de la enfermería en la salud mundial y aumentar el impacto de la defensa de la enfermería en la AGNU80.