“Uniendo nuestras voces y actuando” - Las enfermeras en cuidados oncológicos

3 Febrero 2023
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De la Dra. Patsy Yates, RN, FAAN, FACN

Profesora distinguida, Universidad Tecnológica de Queensland, Australia

Presidenta inmediatamente anterior de la Sociedad Internacional de Enfermeras Oncológicas

Vicedirectora del Programa Global Nursing Leadership Institute

El Día Mundial contra el Cáncer se celebra el 4 de febrero cada año con el fin de concienciar sobre la necesidad fundamental de actuar para reducir la carga mundial de esta enfermedad. Lo lidera la Unión para el Control Internacional del Cáncer (UICC), (www.uicc.org), una organización no gubernamental con sede central en Ginebra y más de 1 200 organizaciones miembro en 170 países. El tema del Día Mundial contra el Cáncer este año es “Cerrar la brecha en la atención: todo el mundo merece tener acceso a cuidados oncológicos’”.

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Durante la mayor parte de mi carrera de enfermería he trabajado en entornos oncológicos donde he sido testigo en el día a día del papel fundamental que desempeñan las enfermeras en la reducción de la carga del cáncer en las personas y las familias. Durante mi mandato como Presidenta de la Sociedad Internacional de Enfermeras de Cuidados Oncológicos también aprendí mucho sobre el importante papel de las enfermeras líderes en numerosos países de cara a la reforma de los sistemas de salud para garantizar el acceso a cuidados oncológicos de calidad. En este Día Mundial contra el Cáncer me gustaría dedicar unos momentos a reflexionar sobre el significado de esta jornada para nuestras comunidades y qué actuación podemos emprender como profesión de enfermería para formar parte de los esfuerzos locales, nacionales y globales dirigidos a reducir la carga de esta enfermedad.

En primer lugar, algunos datos sobre el cáncer. A pesar de los avances extraordinarios en los tratamientos oncológicos y la proposición científica de que numerosos cánceres se pueden curar si se detectan a tiempo, la triste realidad es que más de 10 millones de personas morirán de cáncer cada año en todo el mundo1. Este hecho por sí solo pone de relieve la carga innecesaria que esta enfermedad coloca sobre nuestras comunidades que, cuando se une al hecho de que aproximadamente el 30-50% de los casos de cáncer se pueden prevenir, deja clara la necesidad de actuar.

El tema del Día Mundial contra el Cáncer ‘Cerrar la brecha en la atención’ es especialmente pertinente porque las disparidades en los resultados oncológicos en el mundo son cada vez más evidentes. Existe una enorme cantidad de datos que apuntan a que los resultados oncológicos son peores en los países de renta baja y media y en las comunidades desfavorecidas desde el punto de vista socioeconómico. El motivo es que muchas de las causas del cáncer están relacionadas con los determinantes sociales de la salud como el tabaco, índice de masa corporal elevado, consumo de alcohol, baja ingesta de frutas y verduras y falta de actividad física1. Se señala que las infecciones que provocan el cáncer, como el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis, contribuyen aproximadamente al 30% de los cánceres en los países de renta baja y media1. donde el acceso a las vacunas está limitado y las malas condiciones medioambientales son más comunes. Los diagnósticos tardíos de cáncer también son más comunes en comunidades desfavorecidas. Asimismo, los tratamientos modernos contra el cáncer son muy costosos, lo cual dificulta el acceso a terapias con capacidad de curar la enfermedad o mejorar la calidad de vida de las personas para quienes viven en países con recursos limitados o allá donde no hay cobertura sanitaria universal.

El cáncer es sin duda un problema complejo con un impacto significativo. Así que, ¿cómo pueden las enfermeras marcar la diferencia cuando el problema parece tan abrumador? Para comenzar, las enfermeras representamos el mayor colectivo de personal sanitario y entramos en contacto con personas de todas las edades en todos los ámbitos del sistema de salud. Por tanto, un mensaje fundamental es que la carga del cáncer no debe ser solo una preocupación para quienes trabajan en entornos oncológicos. Las enfermeras que trabajan en todos los entornos, en particular en atención primaria y familiar, tienen un papel clave que desempeñar en la formación de la comunidad sobre cómo reducir el riesgo de cáncer y la importancia de realizar los cribados correspondientes. Las personas con cáncer a menudo padecen toda una serie de comorbilidades preexistentes en las que el contacto con las enfermeras ofrece momentos para hablar de prevención y oportunidades de detección precoz. Además, a menudo pasamos por alto el hecho de que quienes han recibido tratamiento oncológico en el pasado siguen experimentando toda una serie de efectos en su salud que requieren formación y apoyo, que no necesariamente se presta en entornos oncológicos especializados pero que se dispensará en interacciones posteriores con el sistema de salud.

Aquellos de nosotros que sí que trabajamos con personas con diagnóstico de cáncer tenemos que sacarle el máximo partido al impacto del apoyo de la enfermería cualificada en las personas y sus familias. El cáncer y sus tratamientos están asociados a un abanico de retos físicos, psicológicos, sociales, económicos y espirituales. La ciencia de la enfermería ha generado un cuerpo de evidencia sustancial sobre intervenciones eficaces para prevenir y manejar los efectos en todas esas áreas, y muchas de ellas son muy rentables. Tómese el tiempo de ponerse al día con información actualizada y aplicar la última evidencia sobre el terreno.

Las enfermeras también son muy eficaces a la hora de moverse por los complejos sistemas de cuidados que forman parte de la atención oncológica a día de hoy. Sabemos que es importante detectar precozmente el cáncer y considerar los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos para lograr mejores resultados. Las enfermeras están bien posicionadas para facilitar un acceso más rápido a los servicios adecuados. Asimismo, están bien posicionadas para ofrecer continuidad y coordinación entre las personas afectadas por cáncer y los muchos otros proveedores de atención que forman parte del equipo de cuidados. Ningún otro proveedor de cuidados tiene el mismo nivel de contacto, perspectiva holística y comprensión del funcionamiento de los sistemas que un profesional de enfermería.

Independientemente de si se trabaja en entornos de cuidados primarios, secundarios o terciarios, las enfermeras han de reconocer las disparidades que existen en los resultados y las experiencias asociadas al cáncer. Tómese el tiempo de identificar a quienes están en riesgo por sus circunstancias socioeconómicas, diseñe programas específicos para los desfavorecidos y busque oportunidades para abogar por reformas.

El tema del Día Mundial contra el Cáncer de la UICC ‘Cerrar la brecha en la atención’ tiene varias fases. En 2022, la campaña se centró en la comprensión del problema poniendo de relieve que las inequidades llevan a la pérdida de vidas, mostrando la existencia de barreras en cada giro de nuestro estudio, llevándonos a cuestionar el statu quo para contribuir a reducir las barreras que llevan a disparidades en los resultados de cáncer.

Este año, el foco de la campaña es “Uniendo nuestras voces y actuando”. Este planteamiento también es muy importante para la profesión de enfermería, teniendo en cuenta el papel crítico que desempeñamos. La UICC nos insta a llevar a cabo una serie de acciones en el ámbito de esta campaña, en particular a entablar una conversación sobre los diferentes temas, así como a informarnos sobre lo que se puede hacer y trabajar juntos para influenciar a quienes están en el poder. Le animo a tomarse unos minutos para reflexionar sobre lo que puede hacer a nivel individual, o a través de nuestras asociaciones profesionales, para cerrar la brecha en la atención y reducir nuestros sistemas de cuidados. La UICC tiene una serie de materiales de campaña y carpetas que le pueden ayudar a actuar.

https://www.who.int/fr/news-room/fact-sheets/detail/cancer

Descargar el comunicado aquí