Un nuevo informe respalda las advertencias del CIE según las cuales los ataques ilegales contra la atención sanitaria se han normalizado durante los conflictos

21 Mayo 2025
PR 19

El último informe de la Coalición para la Protección de la Salud en los Conflictos (SHCC), titulado Epidemia de violencia, ha identificado 3600 ataques contra la atención sanitaria en todo el mundo en 2024, lo que supone un aumento del 15 % con respecto a 2023 y del 62 % con respecto a 2022. Se trata de la cifra más alta jamás registrada, a pesar de la amplia protección otorgada por el Derecho Internacional Humanitario (DIH).

La semana pasada, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), miembro fundador de la SHCC, expresó su preocupación por los continuos tratos inhumanos y los ataques mortales en diversas zonas de conflicto de todo el mundo y manifestó su alarma por la falta de medidas eficaces para poner fin a dichos ataques y hacer cumplir y respetar el DIH.

El CIE afirma que las pruebas que figuran en el informe son impactantes, entre ellas que más de 1300 de los 3600 ataques perpetrados en todo el mundo tuvieron lugar en Gaza, la cifra más alta jamás registrada en un solo conflicto. El informe detalla otros 2300 ataques, incluidos cientos en Ucrania, Líbano, Myanmar y Sudán.

El director general del CIE, Howard Catton, afirmó que los nuevos datos del SHCC ponen de relieve la gravedad de la situación mundial actual. Describió cómo muchos enfermeros y enfermeras han visto su entorno de trabajo cotidiano transformado de repente en un campo de batalla mortal del que no hay escapatoria y cómo el personal y las instalaciones sanitarias son cada vez más objeto de disparos, bombardeos, explosiones y destrucción.

El Sr. Catton afirmó:

«Es difícil no llegar a la conclusión de que esta escalada profundamente preocupante de la violencia contra los trabajadores sanitarios es consecuencia de la falta de investigación de los ataques y del respeto y la aplicación del derecho internacional humanitario. La ausencia de rendición de cuentas solo sirve para legitimar y normalizar los ataques contra los trabajadores sanitarios. Si no ponemos fin a esto, nos encaminamos hacia la erosión de los cimientos mismos de nuestra humanidad colectiva y hacia la desaparición del derecho al acceso a la atención sanitaria y a la protección de los trabajadores sanitarios.

Esto es algo muy personal para las enfermeras y otros trabajadores sanitarios: se trata de nuestros colegas y amigos. Las cifras hablan por sí solas: 927 trabajadores sanitarios asesinados, 140 secuestrados y más de mil centros de salud dañados o destruidos. Pero detrás de los datos se esconden las trágicas historias de las personas que han sacrificado y perdido sus vidas al servicio de sus comunidades sin la protección a la que tienen derecho. Tenemos la obligación de actuar y pedir una vez más a todas las partes en conflicto que respeten el derecho internacional humanitario y en última instancia, que vuelvan a la paz».

En su discurso de apertura de la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud celebrada en Ginebra (Suiza), el director general de la Organización Mundial de la Salud, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó su profunda preocupación por las personas que viven en zonas devastadas por la guerra. El Dr. Tedros afirmó que en 2024, la OMS había coordinado la respuesta a 51 emergencias en 89 países afectados por brotes epidémicos, desastres naturales y conflictos. Extendió y entregó suministros médicos especializados de urgencia por valor de 196 millones de dólares estadounidenses a 80 países, repartió 89 equipos médicos de emergencia y prestó apoyo a más de 67 intervenciones de respuesta a brotes.

El Dr. concluyó sus comentarios diciendo: «En todos los países, la mejor medicina es la paz y una solución política. Espero que prevalezca una paz que pueda trascender generaciones. La guerra no es la solución. La paz es la solución».

La Coalición para la Protección de la Salud en Conflictos es un grupo de más de 40 organizaciones que trabajan para proteger a los trabajadores y los servicios de salud amenazados por la guerra o los disturbios civiles. Supervisa los ataques, refuerza las normas universales de respeto al derecho a la salud y exige que se rindan cuentas a los responsables.

La consejera principal de políticas del CIE, Hoi Shan Fokeladeh, formó parte del comité directivo del informe del SHCC.