¡Hoy es el Día Mundial del Ictus!

Casi 14 millones de personas sufrirán un ictus este año y unos 5,5 millones morirán como consecuencia del mismo. El ictus puede tener diferentes efectos a corto y largo plazo dependiendo de qué parte del cerebro se vea afectada y de la rapidez con la que se trate.

El ictus es una de las principales causas de fallecimiento en todo el mundo y la mayoría de los casos se producen en países en desarrollo. También es el motivo principal de discapacidad y numerosos supervivientes se tienen que adaptar a vivir con limitaciones en sus acciones cotidianas y necesitan apoyo continuado.

Se podrían prevenir hasta el 90% de los ictus abordando un pequeño número de factores de riesgo, en particular la hipertensión, la dieta, el tabaco y la falta de ejercicio. Actuar de forma preventiva en relación con los ictus también contribuiría a una reducción masiva del número de casos, así como a la consecución de las metas globales de reducción de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes y otras importantes causas de muerte y sufrimiento en todo el mundo.

Las enfermeras desempeñan un papel central en todos los aspectos del continuo de los cuidados desde la prevención y la atención primaria realizando labores de despistaje, gestión de urgencias, recuperación y rehabilitación, enfermería comunitaria y recopilación y análisis de datos. Las enfermeras se encuentran en una posición única para implementar planteamientos holísticos para abordar y mejorar todas las facetas de los cuidados relacionados con los ictus.

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