El CIE resalta la necesidad de afrontar inmediatamente los problemas de los servicios de salud mental como resultado del COVID-19 y la infrafinanciación histórica

COVID-19
5 Octobre 2020
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La encuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los servicios de salud mental durante la pandemia ha revelado niveles sorprendentes de alteraciones, infrafinanciación y desatención de los mismos.

Esta encuesta de la OMS sugiere que los servicios fundamentales de salud mental se han visto trastocados o se han interrumpido en el 93% de los 130 países encuestados, en un momento en el que la demanda está creciendo.

En más del 80% de los países no ha habido ninguna financiación adicional para los servicios de salud mental y solo la mitad considera la continuidad de estos servicios en sus planes sobre la pandemia.

El Director General del CIE Howard Catton ha declarado que los resultados reflejan la desatención de los servicios de salud mental que muchos países han permitido que se perpetúe desde hace décadas.

“Estos resultados son verdaderamente horribles. Los servicios de salud mental siempre han sido fundamentales para la prestación de cuidados completos a la persona, es decir cuidados que reconocen la importancia de tratar a toda la persona.

Sin embargo, siempre se han visto como “la cenicienta” de los servicios, es decir como unos servicios que son fundamentales pero que no se reconocen como parte integrante de la atención de salud “real” y, por consiguiente, siempre han sido objeto de infrafinanciación y marginación crónicas.

En muchos países la idea de que “no hay salud física sin salud mental” es pura retórica. Para tener una atención de salud mental apropiada hace falta una financiación adecuada y voluntad política para invertir en servicios esenciales.

Sea cual sea la situación de una persona, si ha estado confinada durante meses y padece ansiedad o depresión, o si ha sufrido la pérdida de un ser querido y el trauma de no poder estar con él en sus últimos momentos, la pandemia ha puesto de manifiesto que una buena salud mental es tan importante como una buena salud física.

Además, nuestro reciente informe ha revelado el impacto de la pandemia en la salud mental del personal sanitario. La prestación de cuidados de enfermería durante la pandemia de COVID-19 tendrá consecuencias para las enfermeras, en particular para su salud mental, consecuencias que en algunos casos puede que permanezcan con nosotros durante mucho tiempo después de haber desaparecido el virus.

Para contribuir a poner fin a esta crisis de la atención de salud mental, las enfermeras pueden prestar los cuidados holísticos que hacen falta pero quizá necesiten recibir formación adicional y los medios tecnológicos para sostener a las personas manteniendo la distancia social.

Ahora es el momento de aprovechar el poder de las enfermeras para contribuir a resolver estas cuestiones y construir mejores sistemas de salud que de verdad cubran todas las necesidades de las personas a las que atienden.”

Descargar del comunicado de prensa aquí