El CIE advierte que los ataques deliberados contra el personal de la salud en los conflictos mundiales constituyen una nueva tendencia alarmante y peligrosa

23 Abril 2025
WS 11

El director ejecutivo del Consejo Internacional de Enfermeras, Howard Catton, ha advertido que los ataques deliberados contra el personal y las instalaciones sanitarias en las zonas de guerra constituyen una escalada preocupante de las violaciones de las normas humanitarias.

En una entrevista con la agencia de noticias turca Anadolu Ajansi, afirmó que, desde Gaza hasta Sudán y Ucrania, se están ignorando las leyes humanitarias internacionales, y lo que antes se consideraban tragedias excepcionales y accidentales, ahora parecen ser componentes calculados e intencionados de la acción militar.

El Sr. Catton destacó: «De repente, parece que los ataques contra el personal de enfermería y salud, y centros sanitarios forman parte deliberadamente de las estrategias militares de algunos países. Hasta hace poco, esto habría sido inimaginable».

El Sr. Catton afirmó que existe una creciente preocupación por los ataques sistemáticos contra la infraestructura médica, incluido el reciente ataque aéreo israelí contra el hospital Al-Ahli de Gaza. El hospital, que en ese momento era uno de los últimos centros médicos en funcionamiento en el centro de Gaza, fue alcanzado por dos misiles que devastaron la sala de urgencias, la unidad quirúrgica y la estación de oxígeno.

Los profesionales de enfermería y el resto del personal «siguen siendo un faro de esperanza en un momento en que se están rompiendo las normas humanitarias y nuestra humanidad corre el riesgo de ser arrebatada». Hizo hincapié en que ya estaban trabajando en condiciones terribles, con suministros médicos mínimos y la amenaza constante de la violencia:

«Son condiciones inimaginables para intentar prestar asistencia sanitaria: sin medicamentos, sin oxígeno, sin camas, sin instrumental quirúrgico, ni siquiera analgésicos».

La destrucción está suponiendo una enorme carga emocional para el personal de enfermería local y otros trabajadores de la salud, muchos de los cuales estaban atendiendo a familiares, amigos y vecinos en medio del caos. También criticó el poco tiempo de preaviso que, según se informa, se dio para la evacuación antes del ataque, solo entre 20 y 30 minutos, lo que era insuficiente para trasladar de forma segura a los pacientes y al personal.

«El derecho internacional humanitario exige un aviso con suficiente antelación para garantizar una evacuación segura. Y debe haber proporcionalidad. ¿Qué justificación hay para atacar el último hospital que queda?». El Sr. Catton también expresó su preocupación por una tendencia mundial más amplia en la que los servicios de salud ya no se consideran santuarios neutrales. «Ya no parece un daño colateral, parece que los trabajadores son el objetivo».

También condenó la tibia respuesta de la comunidad internacional. «Justo cuando más necesitamos que hablen, los líderes parecen tener más miedo de lo que puedan decir».

El Sr. Catton instó a los líderes mundiales a reafirmar su compromiso con la protección de la asistencia de la salud en las zonas de conflicto, ya que no hacerlo significaría ser cómplices de la normalización de los ataques contra el personal y las instalaciones sanitarias.