Dado que la 30.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), celebrada del 10 al 21 de noviembre de 2025 en Belém (Brasil), no logró ofrecer las protecciones esenciales en materia de clima y salud, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) hizo oír alto y claro la voz de la enfermería y se movilizó en favor del cambio. La Dra. Gill Adynski, analista de políticas del CIE con sede en América, asistió y defendió el papel central de la enfermería en la acción climática junto con un sólido grupo de enfermeras jefe de todo el mundo.
Tras la conferencia, el director general del CIE, Howard Catton, contribuyó a un comunicado de prensa de la Alianza Mundial para el Clima y la Salud en el que se criticaba el fracaso de la COP30 a la hora de asumir compromisos claros y suficientes para eliminar gradualmente los combustibles fósiles, abordar la deforestación y garantizar la financiación urgente para que los países en desarrollo puedan responder a los efectos del clima en la salud.
La Organización mundial de la salud (OMS) realizó el lanzamiento de un informe de la COP30 en el que se reconoce que el personal de enfermería está «a la vanguardia de la respuesta a las amenazas para la salud relacionadas con el clima» y posee un profundo conocimiento de los efectos del medio ambiente en la salud. El informe reconoce la labor fundamental del CIE en la promoción de la sostenibilidad en la atención sanitaria y en la defensa de la formación en materia de preparación para desastres, con el fin de que el personal de enfermería sea resiliente y esté preparado para liderar la respuesta a la crisis climática, así como su mitigación.
El informe de la OMS respalda el Plan de Acción de Salud de Belém, presentado en el Día de la Salud de la COP30, una estrategia voluntaria para mejorar la resiliencia climática y proteger a las poblaciones vulnerables de los efectos de las altas temperaturas y las condiciones meteorológicas extremas sobre la salud. El CIE es miembro fundador de la Alianza Mundial de Profesiones de la Salud (WHPA), que emitió una declaración en la que acogía con satisfacción el fuerte énfasis del Plan de Acción en el fortalecimiento del personal sanitario y pedía que se tomaran medidas para involucrar a los profesionales de la salud en todas las etapas de la aplicación de sus estrategias.
El presidente del CIE, el Dr. José Luis Cobos Serrano, comentó:
«Es evidente que los resultados de la COP30 no están a la altura de la magnitud y la urgencia de la crisis climática y sanitaria a la que nos enfrentamos y ahora es más importante que nunca empoderar al personal de enfermería como líderes capaces de impulsar la transformación hacia sistemas de salud seguros, sostenibles y resilientes al clima que protejan a los pacientes y a todos aquellos que los cuidan.
Ahora necesitamos que los líderes mundiales conviertan ese reconocimiento en acciones, invirtiendo en la mitigación y la adaptación al cambio climático, así como en el desarrollo de la capacidad del personal de enfermería».
Howard Catton, director general del CIE, señaló:
«La COP30 tenía que ser una conferencia de implementación y acción, en lugar de meras promesas, pero simplemente no consiguió el respaldo político y financiero ni los compromisos claros para la eliminación gradual de los combustibles fósiles necesarios para hacer frente a la creciente emergencia climática de nuestro mundo.
Dadas las dudas sobre la eficacia de la COP para alcanzar un consenso real, es fundamental que recordemos al mundo que estas decisiones políticas globales tienen implicaciones directas para los sistemas de salud y los profesionales que trabajan en ellos. Cuando la toma de decisiones a nivel mundial se queda corta en materia de clima, migración o planificación de la fuerza laboral, las consecuencias no se quedan en las salas de negociación, sino que se reflejan en nuestros hospitales, servicios de urgencias y clínicas comunitarias. El personal de enfermería es el primero en sufrir esas consecuencias. Este resultado hace aún más urgente explicar por qué estas decisiones son importantes para la salud de las personas y por qué no reconocer y apoyar al personal de enfermería deja a todas las comunidades más expuestas a las crisis provocadas por el clima.
A lo largo de la COP30, el CIE y los líderes de enfermería transmitieron mensajes contundentes sobre el coste humano de la inacción climática y la importancia del personal de enfermería en la aplicación de soluciones».
La Dra. Gill Adynski, del CIE, representó a la enfermería y participó en importantes debates sobre salud y clima durante la COP30, con el apoyo de una beca Hillman Scholars In Nursing Innovation.

La Dra. Adynski representó al CIE en una rueda de prensa conjunta titulada «Los líderes sanitarios piden una transición que salve vidas y abandone los combustibles fósiles» en la que hizo una contundente declaración:
La Dra. Adynski asistió a otras sesiones sobre cuestiones críticas relacionadas con el clima y la salud, como la resiliencia sanitaria en los pequeños Estados insulares en desarrollo, el cambio climático y la salud urbana en América Latina y la contaminación atmosférica y la defensa de las enfermedades no transmisibles liderada por los jóvenes. Durante la COP30 también reforzó los vínculos con socios y organizaciones clave del ámbito de la enfermería y la salud, como la Alianza de Enfermeras por Entornos Saludables, la Alianza Mundial por el Clima y la Salud y una serie de enfermera jefe de todo el mundo.
Este año se ha producido una fuerte participación de enfermeras jefe, lo que ha amplificado la visibilidad de la enfermería y la influencia de la profesión en la COP30.

Cara Cook es subdirectora de la Alianza de Enfermeras para Entornos Saludables (ANHE) y coordinó la delegación de enfermeras de la ANHE en la COP30. Trabaja para elevar la salud ambiental como prioridad y involucrar a las organizaciones de enfermería y a las enfermeras individuales en la defensa de la salud ambiental, la educación y el cambio práctico.
Subrayó la importancia de la representación de la enfermería en la COP30:
«Como cuidadoras de primera línea que son testigos diarios de los efectos del cambio climático en la salud y como profesión que está a la vanguardia de las soluciones sanitarias, es fundamental que las Partes escuchen al personal de enfermería e integren nuestras aportaciones en las decisiones que afectan a la salud a escala mundial».
La Dra. Sue Anne Bell es profesional de enfermería y científica de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Michigan, centrada en cómo los desastres provocados por el clima afectan a la salud y el bienestar de las personas mayores, y en el desarrollo de estrategias basadas en la evidencia que refuercen la resiliencia del sistema de salud en un clima cambiante. Afirmó:
La Dra. Connie Sensor es representante jefe ante las Naciones Unidas de la Liga de Mujeres Votantes de los Estados Unidos y trabaja para dar visibilidad al personal de enfermería como expertos, concienciar sobre el impacto de la crisis climática en la salud humana y dar a conocer al mundo lo que el personal de enfermería puede aportar al debate.
Reflexionó:
El trabajo de Grace Kistner en la Sociedad de Profesionales de Enfermería Científicas, Innovadoras, Emprendedoras y Líderes (SONSIEL) promueve entornos saludables, así como la adaptación y la mitigación para proteger a las comunidades de los efectos del cambio climático en la salud. Compartió por qué es vital que el personal de enfermería esté en la COP:
«El personal de enfermería es el grupo más numeroso y la profesión más fiable, con los puntos de contacto más e es en los sistemas de salud. Podemos ser líderes en la intersección entre el clima y la salud, y centrar la salud en todas las políticas de la sociedad civil en general, junto con otros sectores, para innovar en soluciones que nos permitan un futuro más brillante».